¿Cómo entra la etnógrafa en la escuela? Mi caso, sólo un ejemplo

La primera etapa de mi trabajo de campo etnográfico estuvo dedicada intensamente a la familia y, tras ocho meses en el grupo, cuando prácticamente ya conocía a todos sus miembros, comencé a observar y a recoger información en la escuela. Desde el principio, mi planteamiento fue compartir con las familias y con las y los docentes la experiencia educativa de la infancia gitana del barrio introduciéndome en su contexto socioescolar. Con la intención de «entrar» en la vida cotidiana del colegio al que asistían las y los niños del grupo, pasé de la etnografía en el barrio, entre las familias, a la etnografía de la escuela. Para ello, fue necesario ampliar mis relaciones personales con todos los agentes escolares. Mi objetivo era dejar de ser una extraña y ganarme la confianza de las y los maestros para poder despertar su interés por mi trabajo y su voluntad de colaborar conmigo, lo cual, he de reconocer que, aun habiendo obtenido un compromiso acordado democráticamente por...

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