Capítulo VI. Ironía y lirismo, las dos caras de una misma moneda

Cunqueiro aboga en su obra por un principio de analogía universal: la correspondencia entre los tiempos, los seres y los mundos; Basora es Mondoñedo, todos somos Sinbad, todos los tiempos son uno. Pero llega un momento en que la correspondencia, la armonía se rompe, y entonces es necesario recurrir a la ironía para no sucumbir. Como afirma Octavio Paz: «la ironía revela la dualidad de lo que parecía uno»- [1]Afirmaba Cunqueiro que la ironía es una cualidad común del gallego: E ben certo, como dixo un filósofo dos nosos días, que nós, os galegos temos unha especial facilidade pra vivir en dous mundos: o mundo real, que se nos impón; e o mundo imaxinativo, o mundo da fantasía, que nós creamos. Iste vivir un «doble mundo» é, nin máis nin menos, a verdadeira clave da nosa tan sonada complexidade psicolóxica, da nosa «duplicidad mental». A chave de ouro pra pasar dun mundo a outro é, de certo, a imaxinación. Por esta capacidade de tránsito, por este...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información